Swadeshi


Swadeshi, economía de permanencia

 

St. 12jun09 - no sé si hay algo en español ya.. investigar y si no hay, traducir este artículo?

 

Se, 21jun09 - Enlaces:

- Unas pocas líneas en castellano: http://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_Swadeshi

- 2 textos más en inglés: http://banglapedia.search.com.bd/HT/S_0628.htm y http://squat.net/caravan/ICC-en/Krrs-en/ghandi-econ-en.htm

 

 

http://ewjf.org.uk/node/314

So here we are. More than two centuries separates us from the Industrial Revolution, in a sort of “no-man’s land” economically speaking, which was first called post-capitalism, to be re-baptized later as the digital economy and more recently the global economy. Whatever it comes to be known as, the truth is that the purpose of our economy is, as it was at the dawn of the Industrial Revolution, to maximize consumption as the only means of maximizing individual and collective well-being. In other words, the more we consume, the healthier the economy. But it is evident that there is something failing in this approach, because if there are more and more inhabitants on the planet and, in order to have individual and collective well-being we all have to consume more, or at least the same, unless resources are capable of regenerating at the same speed as they are consumed, we are all sitting on a time bomb. Today, more than ever, the contradictions of our economy oblige us to search for new sustainable models.

 

In this quest, perhaps in the West we should stop looking inwards and start learning from other civilizations. An example of an alternative economy can be found in the model that Mahatma Ghandi advocated for an India free of British colonialism: swadeshi.

Satish Kumar, programme director of Schumacher College and a Gandhian scholar, defines swadeshi as an “economics of permanence”, a concept that goes beyond mere economics as it implies a profound social and political transformation. In our modern “global” economy, societies are organized in mega-cities, whose inhabitants are employed in the services sector, in particular services developed around the so famous information and communications technologies. The individuals who make possible this economy are, on the whole, employed by second parties and sometimes by third parties, as occurs in subcontracting. They hire out their intellectual capacity to public and private companies to provide certain services, which are often consumed in another part of the world. They are “global” services. But the truth is that, in this model, individuals have very little or no power over their work, over the services that they help to provide. From the moment that they are “employees” of others, individuals cannot decide how to organize their work. Nor are they able to decide how the food they eat is grown, how the clothes they wear are made or how the homes they live in are built. They depend totally on external production for feeding, clothing or sheltering themselves. The global economy leads therefore to dependant societies, which are only capable of consuming but incapable of “”manufacturing” anything and that are, because of this, completely vulnerable. In this economy, individuals have less and less freedom to make decisions about their lives. Ghandi was the first one to realize this at a time when the “educated” western nations lauded the achievements of industrialization.

 

In opposition to this approach, Ghandi proposed the organization of society into self-efficient, self-governing village communities, each empowered to take all the decisions that affect the community. The inhabitants would be self-employed and would produce, with the fruit of their labour, the goods and services consumed by the community. In an economy based on the principles of swadeshi, everything produced by the community is destined for local consumption. This means that production does not depend on market forces, only local demand, therefore pressure on the environment is minimal. External trade only occurs for those goods and services that the community is unable to produce. On the contrary, the nation states of our global economy attempt to maintain a favourable balance of payments by increasing the volume of exports, which necessarily leads to increasing production and therefore, the exploitation of natural resources. Ghandi especially emphasized the autonomous character of the inhabitants of these communities. In an economy of swadeshi, each individual is capable of generating his own work, is capable of using his own skills to produce something that will be consumed in the community. Self-sufficiency is therefore achieved at community, and not at an individual level.

Regrettably, Ghandi never had the opportunity to put into practice the principles of swadeshi, as he was assassinated only six month after India gained its independence. His successor, Jawaharlal Nehru, considered Ghandi’s vision too idealistic and decided to continue, with minor amendments, the British colonial model.

Mari Cruz García 

 

Aquí estamos. Más de dos siglos nos separan de la Revolución industrial, en algo parecido a “una tierra de nadie” hablando económicamente, que primero se llamó post-capitalismo, para luego ser re-bautizada más adelante como economía digital y más recientemente como economía global. Podemos llamarla de cualquier manera, lo cierto es que el propósito de la economía es, como lo fué al principio de la Revolución industrial, maximizar el consumo para  maximizar el bienestar individual y colectivo. Es decir cuanto más consumimos, más sana es la economía. Pero es evidente que hay algo que falla en este aproximación, porque cada vez hay más habitantes en el planeta y para conseguir ese bienestar individual y colectivo tenemos que consumir más, o por lo menos igual, a menos que los recursos sean capaces de regenerarse a la misma velocidad que se consumen, estaríamos sentados sobre una bomba de relojería. Hoy, más que nunca, las contradicciones de nuestra economía nos obligan a buscar nuevos modelos sostenibles.

 

En esta búsqueda, quizás en occidente deberíamos parar de mirar hacia nosotros y comenzar a aprender de otras civilizaciones. Un ejemplo de una economía alternativa se puede encontrar en el modelo que Mahatma Gandhi planeó para una India libre del colonialismo británico: swadeshi.

 

Satish Kumar, director de programa de la universidad de Schumacher y erudito de Gandhi, define swadeshi como “economía de la permanencia”, un concepto que va más allá de la mera economía, puesto que implica una transformación social y política profunda. En nuestra moderna economía “global”,  las sociedades se organizan en  megápolis, donde los  habitantes son empleados en el sector de servicios, especialmente servicios desarrollados en el entorno de la tan famosa información y de las tecnologías de comunicación. Los individuos que hacen posible esta economía, en general, son empleados por segundas y a veces por  terceras empresas, como ocurre en la subcontratación. Alquilan su capacidad intelectual a empresas públicas y privadas que proporcionan ciertos servicios, que a menudo se consumen en otra parte del mundo. Son servicios “globales”. La verdad es que, en este modelo, los individuos tienen muy poco o ningún poder sobre el trabajo que realizan. Desde el momento que son “empleados” de otros, no pueden decidir cómo organizar su trabajo. Ni cómo se produce el alimento que comen, cómo se hace la ropa que visten o cómo se construyen los hogares donde viven. Dependen totalmente de la producción externa para alimentarse, vestirse o abrigarse. La economía global lleva por lo tanto a las sociedades a ser dependientes, solo capaces de consumir pero incapaces “de fabricar” cualquier cosa y eso es lo que las hace totalmente vulnerables. En esta economía, los individuos cada vez tienen menos libertad para tomar decisiones sobre sus vidas. Gandhi fue el primero en darse cuenta, en los tiempos en los que los “educados” estados occidentales alababan los logros de la industrialización.

  

En respuesta a este acercamiento, Gandhi propuso la organización de una sociedad de comunidades auto-eficientes, aldeas autónomas y con la capacidad de tomar todas las decisiones que afectan a la comunidad. Los habitantes serían auto-empleados y producirían, con el fruto  de su trabajo, de los bienes y servicios consumidos por la comunidad. En una economía basada en los principios de swadeshi, todo lo producido por la comunidad es destinado al consumo local. Esto significa que la producción no depende de las fuerzas de mercado, sólo de la demanda local, por lo tanto la presión sobre el medio ambiente es mínima. El comercio exterior ocurre solamente para esos bienes y servicios que la comunidad no puede producir. Al contrario, las naciones estado de nuestra economía global intentan mantener una balanza de pagos favorable aumentando el volumen de las exportaciones, que lleva necesariamente al incremento de la producción y por lo tanto, a la explotación de recursos naturales. Gandhi enfatizó especialmente en el carácter autónomo de los habitantes de estas comunidades. En una economía swadeshi, cada uno individuo es capaz de generar su propio trabajo, es capaz de usar sus propias habilidades para producir algo que será consumido en la comunidad. La autosuficiencia por lo tanto se alcanza en la comunidad, y no de manera individual.

 

Desafortunadamente, Gandhi nunca tubo la oportunidad de poner en práctica los principios de swadeshi, porque fué asesinado seis meses después de que India ganara su independencia. Su sucesor, Jawaharlal Nehru, consideró la  visión de Gandhi demasiado idealista y decidió continuar, con algunas enmiendas el modelo colonial británico.